Mística judía de los hassidim[1]


Por Abdelmumin Aya

 


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Originalidad de los planteamientos teológicos de los hassidim:

* Nuestras acciones dan forma personal a Dios:

Está escrito: "¿A quién, pues, que pueda comparárseme, me haréis semejante?" (Isaías 40:25). "La verdad es que somos nosotros quienes damos a Dios una figura semejante a un hombre. Le damos esa figura cuando servimos con corazones devotos. Con nuestra devoción damos una figura humana a nuestro Creador, a él, bendito sea su nombre, que no puede ser comparado con nadie. Cuando un hombre misericordioso brinda su ayuda con amor, contribuye a dar forma a la mano derecha de Dios. Y cuando un hombre libra la batalla de Dios y aniquila el mal, contribuye a dar forma a la mano izquierda de Dios. Aquel que se yergue en el trono, sois vosotros quienes lo habéis hecho".

* Dios como lugar a donde va a parar todo lo vivido y lo experimentado de la experiencia de las criaturas: "Dios guarda en su memoria sólo aquello que el hombre olvida (...) Tú eres aquel que rememora eternamente todas las cosas olvidadas".

* La esencia de la fe es que todo lo que sucede es voluntad divina: "R. Búnam estaba paseando con un discípulo por las afueras de la ciudad. Se inclinó, recogió una pizca de arena, la miró y la devolvió exactamente al lugar en que la había hallado. "Aquel que no cree", dijo, "que Dios quiere que ese poco de arena esté en ese preciso lugar, no cree en absoluto".

* Sobre la "otra vida" hablan de "el mundo de la ilusión en el que se extravían las almas de los que mueren engañados por su propia vanidad". 

* Dios es "lugar": Explicando la realidad de que Dios sea "manifiesto y oculto" dice uno de los jasidim: "El hombre sensible debe sentir su divinidad como siente el lugar en que se afirma. Y así como no puede imaginarse sin ese lugar, así, con toda sencillez, debe hacerse consciente de El, que es el lugar del mundo, el sitio manifiesto que abarca el universo...".

* El sabor del pan es Dios: "Rabí Búnam dijo una vez durante la tercera comida del shabat: 'Está escrito: 'Prueba y verás que el Señor es bueno'. Lo que saboreais del pan no es su gusto verdadero. Sólo los tzadikim, que han purificado sus miembros, experimentan su verdadero sabor, tal como Dios lo creó. Ellos prueban y ven que el Señor es bueno".

* Dios es la esencia de las cosas: "La vida del hombre no es sostenida por la sustancia del pan sino por las chispas de vida divina que hay en él. Todo existe a causa de su vida vivificante, y cuando El se retira de alguna cosa, ésta se desmigaja hasta que no queda nada".

* Aceptar la realidad es reconocer a Dios: "Rabí Búnam estaba paseando con un discípulo por las afueras de la ciudad. Se inclinó, recogió una pizca de arena, la miró y la devolvió exactamente al lugar en que la había hallado. 'Aquel que no cree', dijo, 'que Dios quiere que ese poco de arena esté en ese preciso lugar, no cree en absoluto".

Y en otro texto leemos: "la mayor devoción, mayor que el estudio y la oración, consiste en aceptar el mundo tal y como es".

* La necesidad de las criaturas es obra de la Rahma de Allah: Al explicar el pasaje del Génesis en el que se condena a la serpiente a comer el polvo de la tierra, como quiera que esto no parece una maldición sino al contrario, ya que dondequiera puede encontrarse este "alimento", explica un tzadik: "A la serpiente, fuente de todo mal, Dios le otorgó cuanto necesita, a fin de que jamás deba pedirle nada en absoluto. Por eso siempre, en todos los tiempos, Dios provee al malvado de abundantes riquezas".

* Pasar por el mundo sin hacerse notar. Respetar al mundo, no tocarlo, es reconocimiento de la perfección con que lo ha hecho su señor: Contaba Rabí Naum: "Cuando mi hermano David Moshé abre el Libro de los Salmos y empieza a recitar las alabanzas, Dios le dice: 'David Moshé, hijo mío, pongo el mundo entero en tus manos. Haz con él lo que quieras'. ¡Oh, si me diera el mundo, yo sabría bien qué hacer con él! Pero David Moshé es un servidor tan fiel que, cuando devuelve el mundo, está exactamente tal como lo recibió".

* Lo que nos va consumiendo físicamente y acaba con nuestras energías corporales es la falta de amor por los demás: "Cuando los discípulos de Rabí Zera quisieron saber cómo había vivido tanto tiempo él explicó que se debía a que jamás se había regocijado por la desdicha de nadie".

* A veces "aprender de un maestro" es algo cuya dimensión espiritual no sabe percibir: "aprendí de mi maestro a dormirme instantáneamente cuando voy a la cama". Esto en boca de un jasid es tanto como decir: aprendí a no tener ni la menor resistencia a la muerte que supone cada entrada en el sueño porque sabía que Dios me esperaba tras esa muerte y que -si era su voluntad- me resucitaría a la mañana siguiente.

* Cualquier cosa que se hace es la más importante: "Poco tiempo después de la muerte de Rabí Moshe, Rabí Mendel de Kotzk preguntó a uno de sus discípulos: '¿Qué era lo mas importante para vuestro maestro?'. El discípulo reflexionó y luego dijo: 'Cualquier cosa que estuviera haciendo en el momento".

* Los ángeles están quietos: "Sabed que los ángeles permanecen en su lugar. Constantemente permanecen en su lugar, cada uno en su propio peldaño pero nosotros nos movemos, nos movemos de un peldaño a otro. Porque los ángeles no están revestidos de carne; no pueden ocultarse mientras cumplen su servicio, y cualquiera que sea el peldaño en que se encuentren, siempre están manifiestos. Pero el hombre en esta tierra está revestido de carne y puede ocultarse dentro de su cuerpo. Y así, oculto a las miradas, puede moverse de un peldaño a otro".

"El ascenso y el descenso de los ángeles (a la tierra)', decía otro tzadik, 'depende de mis obras"

Trato de los justos con las "cosas"

* En cierta ocasión un tzadik que iba de camino con sus jasidim se detuvieron en la casa de un judío para celebrar el shabat. Era una casa maloliente y se fueron de ella a buscar otro sitio. A mitad de camino el tzadik dijo que debían de volver a la casa porque "los muros de esa casa le estaban convocando a juicio por haberlos avergonzado públicamente".

* En otra ocasión, un tzadik convocó como testigo a su juicio personal tras esta vida a una mesa. 

El tzadik como chamán

* La danza como rito mágico: Rabí Uri fue a pedir limosna al rabí de Sasov y como era pobre, contestó: "No tengo dinero', dijo el rabí, 'pero bailaré un poco para ti'. Bailó durante toda la noche, y Rabí Uri no apartó de él los ojos, porque cada uno de sus pasos tenía un significado sagrado".

* El poder del tzadik:

- "...no es un perezoso. Puede hacer temblar al mundo como cualquiera sacude un árbol del bosque".

- "...pero en realidad era uno de los treinta y seis tzadikim ocultos que, de acuerdo con la tradición, sostienen el mundo".

- "La estructura del mundo se mantiene gracias al tzadik".

* Curación de una mujer que concebía hijos que morían pronto (con razonamientos espirituales):

"Hija mía, cuando yaces con tu esposo tu alma se eleva en éxtasis hasta las alturas y es por eso que los hijos que concibes carecen de la suficiente sustancia terrenal. Debes traer tu alma hacia la tierra y entonces engendrarás un hijo que habrá de vivir"

* Curación chamánica de una estéril:

"... sólo el rabí de Radoshitz podía ayudarla (...) Cuando la mujer hubo referido su tribulación a R. Isajar Ber, éste se encaró con ella y la riñó: '¡Que es todo esto de niños deseados! ¡Tú, impúdica ramera! ¡Fuera de aquí!'.

La joven mujer, que había sido educada con delicadeza y jamás había oído una palabra áspera, huyó deshecha el lágrimas. '¡Ahora lloraré y lloraré hasta morir!', se dijo a sí misma. Pero su suegra volvió a lo del rabí y le preguntó por qué había humillado hasta ese extremo a la pobre mujer, siendo que ella no había cometido pecado alguno.

'Dale la enhorabuena', contestó el rabí. 'Ahora todo andará bien. No había otro camino sino sacudirla hasta lo más hondo'. La mujer regresó y él le dio su bendición.

A poco de retornar al hogar ella concibió un niño". 

Teología de la palabra

* "Preservarás la plenitud de cada palabra".

* "Cuando pronunciéis una palabra ante Dios, entrad en esa palabra con todos los miembros (de vuestro cuerpo)".

* "Cada palabra tiene una forma perfecta que le es propia, y todo aquel que arroja el sonido de la palabra a los demonios está pecando contra ella como quien se levanta contra su prójimo y le da muerte".

* Las palabras "habitan el mundo de la Verdad". Si alguien hace voto de silencio, no molesta a las criaturas, pero ni una sola de sus palabras llegan a estar en "el mundo de la Verdad".

* "Cuando llegues a comprender la verdadera esencia de lo que tú mismo dices, entonces comprenderás el lenguaje de todas las criaturas".

* "Rabí Hirsh se quejó una vez ante su maestro de que siempre que oraba veía letras y palabras llameantes destelleando ante sus ojos: 'Éstas', dijo Rabí Mendel, 'son las concentraciones místicas de nuestro maestro Rabí Isaac Luria. Por lo tanto, ¿cual es el motivo de tu queja?'.

'Quiero orar concentrándome sólo en el significado de las palabras', contestó Rabí Hirsh.

'Lo que tienes en la mente', dijo Rabí Mendel, 'es un elevadísimo peldaño que sólo un hombre de cada generación puede alcanzar: el de haber aprendido toda la sabiduría secreta y orar entonces como un niño pequeño".

* Un tzadik declaró: "Si supiera que dije 'Amen' sólo una vez de la manera que hay que decirlo, no habría nada que me preocupara". 

Teología del cuerpo

* El engarce de la joya de nuestra alma es nuestro cuerpo. Tanto mayor es nuestra alma, tanto más vigoroso tiene que ser su engarce. Tanto más hermosa es nuestra alma, tanto más bello debe ser el engarce. "Cuanto más grande y luminosa es un alma, mayor es la grandeza de la 'cáscara' que la envuelve".

* "Cada parte del cuerpo de Abraham cumplía por sí misma el mandamiento que le estaba destinado".

* "Cuando era niño', dijo Rabí Shlomó Leib de Lentshno, 'conjuré a todas las partes de mi cuerpo a no hacer nada salvo lo que fuera voluntad de Dio. Y todas consintieron; todas excepto mis ojos. Así que me dije que no los abriría y permanecí acostado. Cuando mi madre me preguntó por qué no me levantaba, me negué a contestar y ella me castigó con una vara. Entonces les pregunté si ya estaban dispuestos a prestar juramento. Pero ellos aún se resistían. Finalmente mi madre me golpeó tan fuerte que se compadecieron de mí y dijeron 'Sí'. Entonces pude levantarme".

* En el colmo de la coherencia uno de los tzadik no necesitaba ponerle azúcar al café, y explicó cuando le preguntaron: "¿Por qué están divididas las facultades entre los miembros del hombre, siendo que todos ellos fueron hechos de la misma sustancia? ¿Por qué los ojos sólo pueden ver y los oídos sólo pueden oír? Porque por el pecado del primer hombre no están en armonía. Pero todo aquel que llega rectamente hasta la raíz misma de su alma, hasta el pecado de Adán, traerá la unidad a su cuerpo. Y ese hombre puede degustar lo dulce incluso con los ojos". 

Noticias del mundo no-visto

* Un tzadik jugaba al ajedrez con un amigo suyo ateo, al que quería redimir. En cierto momento en que el tzdaik creyó haberle sugerido, a través del juego, el peligro en que se encontraba su alma, el ateo levantó la cabeza y lo vió "inmóvil y silencioso, el alma envuelta en llamas".

* A uno de ellos que estaba apenado por la pérdida de su maestro muerto, se le apareció éste. Pero se encontró con esta respuesta de su discípulo: "No deseo las elevaciones del espíritu sin la vestidura de la carne". Y otro que le sucedió igual exclamó: "Yo no quiero un maestro del otro mundo".

* Uno de los maestros estaba bailando en una boda cuando se quedó paralizado. '¿Qué le ocurre?' se preguntaron. 'Acaba de morir el Rav de ..., pero la alegría de la boda tiene que continuar', contestó.

* Hablaban dos jasidim, y uno de ellos declaró que por las tardes veía al ángel que aleja la luz para dar paso a la oscuridad y por las mañanas veía al ángel que aleja la oscuridad para dar paso a la luz; el otro repuso que esas cosas pasan cuando uno es joven. 

Conceptos claramente relacionables con el Islam

* La BARAKA como fluído inmaterial que se contagia por cercanía:

"Al principio, cuando vine para escuchar a mi maestro, no estaba todavía en condiciones para comprenderlo. Y entonces yo abría la boca a todo lo ancho de modo que por lo menos su santo aliento penetrara en mí".

* El DANB es una situación y no una disposición de ánimo: "A veces sucede que un hombre se hace pecador sin que él mismo sepa cómo aconteció". El estar "lejos de la Presencia" no es el resultado de la libertad humana sino de una serie que acontecimientos que no conseguimos evitar.

* LA DISCUSIÓN SOBRE ASUNTOS DE RELIGIÓN no es algo que vaya contra la cohesión de la comunidad muhammadiana, sino señal de vitalidad y garantía de frescura teológica: Como ya se expone en el Tratado de Principios V, 20, "las disputas por asuntos del Cielo brotan de la raíz misma de la Verdad".

* EL SALAT DE ALLÂH: Los musulmanes, después de nombrar al Profeta decimos "el salat de Allah sobre él y la paz" (salla lahu alaihi wa sallam); en un momento del viaje nocturno del Profeta (sws), se le dice que espere que "está haciendo salat su Señor". En la tradición bíblica dice Dios en Isaías 56:7: "los recrearé en mi casa de oración", y en el Talmud (Berajot 7a) que Dios mismo reza... ¿Qué significa todo esto?. Contesta un jasid:

"Dios se complace en la plegaria del hombre justo. Y más aún: Dios es quien despierta en él esa plegaria y le otorga la fuerza para orar. Así, pues, la plegaria del hombre es la plegaria de Dios".

* A la falta de IJLÁS se le llama "hacer las cosas con el corazón dividido".

* ICONOCLASTIA aplicada a los propios ritos y objetos religiosos: "Está escrito: 'Guardaos, pues, de olvidaros del pacto que el Señor vuestro Dios estableció con vosotros y no os hagais escultura o imagen de ninguna cosa que el Señor tu Dios te haya mandado' (Deut. 4:23), y no -como el sentido lo exige- 'como el Señor tu Dios te ha vedado'. El tzadik, que estaba escuchando, se unió a la discusión. 'La Torá nos advierte', dijo, 'que no debemos hacer imagen esculpida de nada de lo que el Señor nuestro Dios ha mandado".

* El NAFS como algo que hay que agigantar y no destruir: "Pienso que debería de tratar de crecer un poco por encima y más allá de mí".

* TAUBA (el "retorno"): "Nada hay (en el mundo) que pueda resistirse a la vuelta". " Todo lo creado debe cumplir su retorno". La tauba verdadera es la que no se hace esperando que tenga éxito porque es inconcebible que después de nuestro alejamiento de Dios pueda tener lugar un reencuentro.

He vuelto a este lugar porque la tauba debe producirse allí mismo donde tuvo lugar el danb. Porque el lugar debe también hacer tauba por la acción que hicimos sobre él. Así se purifica el lugar que fue profanado. El lugar es parte de nosotros, y debemos de llevarlo con nosotros en nuestra tauba. En la Biblia dice Dios: "Tornaos a mí... y yo me tornaré a vosotros" (Zacarías 1:3, Malaquías 3:7).

* Escena de HUSHUA: "Una vez, en la víspera de Año Nuevo, cuando Rabí Moshé iba hacia el pupitre del lector para orar, lo acometió un temblor en todo su cuerpo. Se aferró al púlpito, pero también éste empezó a balancearse. El tzadik sólo pudo recuperar su equilibrio inclinándose hacia atrás. Parecía como si impulsara el temblor hacia adentro. Sólo entonces logró pararse firmemente en su sitio y empezar a orar".

* el SULUK (viaje): "Viajo continuamente a ese sitio donde puedo aferrarme a Dios".

* YAQADA o "despertar": "alcanzar el estado del perfecto despertar".

* ADAM universal: "Cuando el hombre se purifica y santifica en todos sus miembros, purifica y santifica a todas las criaturas".

* EXPLICACIÓN DEL ACTUAR MALVADO DE LAS CRIATURAS: "indago en las raíces de su alma, hasta llegar allí donde la maldad puede ser identificada con la necesidad" (no textual).

* EL MATRIMONIO ES LA MITAD DEL DINN, "el soltero es considerado en el Talmud medio cuerpo": "Hasta ahora he cumplido la santa unificación por medio del matrimonio".

* DU'A también significa en árabe "maldición": "... cuando podrías atraer sobre ellos el castigo de Dios por medio de la plegaria".

* HAUF es Temor de Dios sin conciencia de estar temiéndolo: "El Rabí de Kotzk conversó una vez con uno de sus jasidim de este modo:

- ¿Has visto alguna vez a un lobo?

- Sí

- ¿Y te asustaste?

- Sí

- ¿Y tenías conciencia de estar asustado?

- No. Estaba asustado simplemente.

- Así es como debe ser cuando tememos a Dios.

 * CREACIÓN PERPETUA: "Momento tras momento, el universo requiere la renovación de los poderes de la palabra primordial a través de la cual fuera creado. Y si la fuerza de esos poderes cesara por un solo instante, se precipitaría en el caos".

* la DIVINA ARROGANCIA DE LOS MÍSTICOS (shatj): "Rabí Mendel de Kotzk dijo una vez a su yerno: 'Mi alma es una de aquellas que provienen de los tiempos anteriores a la destrucción del Templo. No pertenezco a las gentes de hoy. Y la razón para que yo haya venido a este mundo es marcar las diferencias entre lo sagrado y lo profano". En otra ocasión dijo a sus jasidim: "¿Sabes quien soy yo?  Fue Rabí Ber y fue Rabí Schmelke; fue Rabí Elimelej, fue el Rabí de Lublin, fue el santo Iehudí y fue Rabí Búnam. Yo soy el séptimo. Soy la quintaesencia de todos ellos. Yo soy el shabat".

* De UN PRINCIPIO ÚNICO emanan todas las diferencias del mundo manifestado: "...en los mundos superiores no existen las contradicciones. Y lo que entre sí se opone, tal como prohibición y permiso, culpabilidad e inocencia, son un todo unificado. La distinción entre prohibición y permiso aparece únicamente en sus acciones en la tierra". 

ANTOLOGÍA DE TEXTOS JASÍDICOS

(Traducidos por Ana Mª G. de Cantor, y editados por Paidós) 

LA MONTAÑA ENCENDIDA

Rabí Zvi, el hijo de Baal Shem, contó que:

"Algún tiempo después de la muerte de mi padre lo vi bajo la forma de una montaña encendida que estallaba en incontables chispas. Le pregunté: "¿Por qué apareces bajo este aspecto?" El me respondió: En esta forma serví a Dios." 

EN EL ESTANQUE

Después de la muerte del Maguid sus discípulos se reunían y hablaban sobre las cosas que había hecho. Cuando le tocó el turno a Rabí Shneur Zalman, éste les preguntó: "¿Sabéis por qué nuestro maestro iba hacia el estanque todos los días antes del alba y permanecía allí por breves momentos antes de regresar a su casa?". Ellos no le supieron contestar. Rabí Zalman continuó: "Estaba aprendiendo el canto con el cual las ranas alaban a Dios. Lleva largo tiempo aprender ese canto". 

BALBUCEOS

Rabí Leví Itzjac llegó una vez auna posada donde se detenían muchos mercaderes en camino hacia el mercado. El sitio estaba lejos de Berditchev, de modo que nadie conocía al tzaqdik. Temprano en la mañana los huéspedes quisieron rezar, pero como sólo había un par de filacterias en toda la casa, uno tras otro se las ponían y, después de decir rápidamente sus oraciones, las iban pasando al siguiente. Cuando todos hubieron orado, el rabí llamó a los jóvenes, diciéndoles que quería preguntarles algo. Cuando se acercaron, los miró gravemente al rostro y dijo: "Ma-ma-ma; da-da-da."

"¿Qué quieres decir?", exclamaron los jóvenes. Pero él se limitó a repertir las mismas sílabas sin sentido. Lo tomaron por un tonto.

Entonces él dijo: "¿Cómo no entendéis vosotros este lenguaje, que acabáis de emplear al hablar a Dios?"

Por un instante los jóvenes, tomados por sorpresa, permanecieron en silencio. Después uno de ellos dijo: "¿Nunca visteis a un niño en la cuna, que aún no sabe combinar los sonidos para formar palabras? ¿Nunca lo oísteis emitir balbuceos, tales como ma-ma-ma; da-da-da? Ni todos los sabios y eruditos del mundo podrían entenderlo, pero no bien llega su madre, sabe exactamente lo que el niño dice. " Al escuchar esta respuesta el rabí se puso a danzar de alegría. Y desde aquella oportunidad, toda vez que en los Días de Temor habló a Dios a su propio modo en medio de una plegaria, nunca dejó de contarle esta respuesta. 

EL COMPLOT INICUO

"¡No debemos mortificar nuestra carne!", esto es lo que el rabí de Berditchev solía decir. "Nada representa, sino la tentación de la inclinación al mal, que quiere debilitar nuestro espíritu para impedirnos servir correctamente a Dios.

Una vez dos hombres fuertes luchaban entre sí y ninguno lograba prevalecer sobre su adversario. Entonces uno de ellos tuvo una idea. "Debo ingeniarme para disminuir el poder de su mente  -se dijo a sí mismo-, pues así habré dominado su cuerpo". Esto es precisamente lo que la inclinación al mal quiere que hagamos cuando nos tienta a mortificar nuestra carne". 

LA DANZA

Cuando su hijo murió, Rabí Leví Itzjac siguió el féretro danzando. Algunos de sus jasidim no pudieron abstenerse de manifestar su asombro. El dijo: "Un alma pura me fue dada. Un alma pura es lo que devuelvo". 

LAS VESTIDURAS DE LA MISERICORDIA

Preguntaron a Rabí Zusia: "Nosotros rogamos: `Y otorgamos buena misericordia...´ y  `Quien otorgara buena misericordia...´ ¿No es buena toda misericordia?"

El explicó: "Desde luego que toda misericordia es buena. La verdad del caso es que todo cuanto Dios hace es misericordioso. Pero el mundo no puede soportar el baño puro de su misericordia, de modo que él la ha envuelto en vestiduras. Por eso le rogamos que también las vestiduras sean buenas". 

DEVOCIONES DE ZUSIA

Zusia era una vez huésped en casa de rabí de Nesjzh. Poco después de medianoche, el anfitrión oyó sonidos que provenían del cuarto de su huésped, de modo que fue a la puerta y escuchó. Zusia corría de un punto a otro de la habitación, diciendo: "¡Señor del mundo, yo te amo!  Pero, ¿qué puedo hacer? nada puedo hacer".  Y luego empezó de nuevo a ir y venir corriendo, repitiendo lo mismo hasta que de pronto se acordó de algo y exclamó: "¡Vamos! yo sé silbar, de modo que silbaré algo para ti".  Pero cuando empezó a silbar, el rabí de Nesjizh sintió miedo. 

FUEGO Y NUBE

Se cuenta que:

En cierta Fiesta de las Cabañas, antes de que el mundo hubiese reparado en Zusia, éste compartió la sucá (cabaña) del rav de Ostrog. Al llegar la noche, el rav se tendía sobre su blando lecho, donde se amontonaban almohadas y mantas, en tanto que Zusia dormía en el suelo, a la manera de los huéspedes pobres del shabat. Durante la noche (Zusia) se dijo: "Ah, Zishe tiene frío; no puede dormir en la sucá". Al instante, un fuego descendió del Cielo y caldeó la cabaña hasta tal punto que el rav de Ostrog debió echar a un lado el colchón de pluma y las mantas. "Ya hace bastante calor". dijo Zusia. De inmediato el Príncipe del fuego partió, y el rav de Ostrog debió recubrirse con una manta tras otra. Esto ocurrió varias veces: el calor se alternó con el frío, y cuando llegó la mañana el rav de Ostrog ya no llamaba a su huésped "Zishe", sino "reb Zishe".

Concluida la Fiesta de las Cabañas, Zusia quiso proseguir su viaje, pero sus doloridos pies se negaron a llevarlo y él suspiró: "¡Oh Señor del mundo, Zishe no puede caminar!". Entonces una nube descendió hasta él y dijo: "Súbete".

"¡Rabí!", exclamó el rav de Ostrog, "¡Alquilaré un carruaje para ti, pero aleja esa nube!".  En lo sucesivo no lo llamó más "Reb Zishe" sino "Rebe Reb Zishe", y desde entonces tal fue el nombre con que se lo conoció e el país entero. 

SOBRE EL CELO ARDIENTE

Después de muerto el Maguid, Shneur Zalman decidió abandonar para siempre la ciudad de Mezritch. Cuando se despidió del hijo del Maguid, Rabí Abraham, el Angel, quien le había impartido sabiduría secreta, éste dijo que lo acompañaría y subió al carruaje, cuando hubieron pasado la puerta de la ciudad, Rabí Abraham dijo al cochero: "Azuza tus caballos y déjalos correr hasta que olviden que son caballos". Zalman tomó a pecho esta palabras. "Me llevará algún tiempo aprender esta manera de servir adecuadamente", dijo, y permaneció en Mezritch un año más. 

EN ALABANZA DEL CANTO

Rabí Pinjas se refería con gran elogio a la música y al canto. Una vez dijo: "Señor del mundo, si pudiera cantar no te dejaría permanecer en las alturas. Te acosaría con mi canto hasta hacerte descender y te quedaras aquí con nosotros". 

EL VUELCO DEL TAZÓN

Se cuenta que:

Estaba una vez Rabí Elimélej tomando con sus discípulos la comida del shabat. El sirviente depositó el tazón de sopa ante él. Rabí Elimélej se puso de pie y lo volcó, de modo que la sopa se derramó sobre la mesa. De inmediato el joven Méndel, que sería tiempo después rabí de Rymanov, exclamó: "Rabí, ¿qué haces? ¡Nos encarcelarán a todos!".  Los otros discípulos sonrieron ante estas palabras sin sentido. Y hubiesen reído más alto de no haberlos contenido la presencia de su maestro. Éste, sin embargo, no se sonrió. Asintió con la cabeza al joven Méndel y dijo: "No temas, hijo mío¡".

Algún tiempo después se supo que ese mismo día habían presentado al Emperador, para que lo firmara, un edicto dirigido contra los judíos de todo el país. Una vez y otra el Emperador tomó la pluma, pero siempre ocurría algo que le impedía firmar. Finalmente firmó el papel. Luego tendió la mano hacia el arenillero, pero tomó en su lugar el tintero y derramó la tinta sobre el documento. Tras lo cual desgarró éste y prohibió que volvieran a poner ese edicto ante sus ojos. 

EL SILBATO PEQUEÑO

Un aldeano que año tras año rezaba en la Casa de Oración del Baal Shem durante los Días Austeros, tenía un hijo tan estúpido que no podía aprender, no digamos ya el significado de las palabras santas, sino ni siquiera la forma de las letras. En esas ocasiones no lo llevaba a la ciudad porque el niño nada comprendía. Pero cuando cumplió trece años y alcanzó la edad necesaria de acuerdo con la ley de Dios, el padre lo llevó consigo por temor a que el muchacho pudiera comer alguna cosa durante el ayuno del Día del Perdón simplemente por ignorancia.

Pero sucedió que el muchacho tenía un silbato pequeño que soplaba siempre mientras estaba sentado en el campo, pastoreando las ovejas y los becerros. Puso el silbato en el bolsillo de su blusa y lo llevó sin que su padre lo notar. Hora tras hora el muchacho permaneció sentado en silencio en la Casa de Oración, pero cuando comenzó el servicio adicional dijo: "Padre, tengo aquí mi pequeño silbato. Quiero cantar con Él." El padre se turbó grandemente y le ordenó que no pensara en cosa semejante y el muchacho se contuvo. Pero cuando comenzó el servicio de Minjá dijo nuevamente: "Padre, déjame tocar mi pequeño silbato". El padre se enojó y le preguntó: "¿Dónde lo has puesto?". Y cuando el muchacho se lo indicó, apoyó la mano sobre el bolsillo a fin de que no pudiera tomarlo. La plegaria final había empezado. El muchacho arrancose de la mano de su padre, tomó el silbato y sopló una larga nota. Todos se asustaron y confundieron, pero el Baal Shem prosiguió rezando, sólo que más rápida y fácilmente que de costumbre. Más tarde dijo: "El muchacho tornó las cosas más fáciles para mí." 

LA PALABRA DEL DISCÍPULO

Cierta vez, un viernes, a la hora en que el tzadik examina su alma, el Baal Shem vió oscurecerse el mundo entero y la chispa de la vida estuvo a punto de extinguirse en él. Fue entonces cuando el más grande de sus discípulos lo halló. "¡Señor y maestro!", exclamó. Tembló su voz y no pudo añadir ni una palabra. Pero eso sólo bastó para que una nueva fuerza inundara el corazón del Baal Shem y el fuego vital ardiera en su interior. 

UN ALTO EN EL CAMINO

Se cuenta que:

En compañía de su hija Odel y de Rabí Zvi, el Escriba, el Baal Shem partió hacia Tierra Santa para preparar la hora de la liberación. Pero los cielos dispusieron que hiciera un alto en el camino. Cuando el barco se dirigía desde Estambul a la Tierra de Israel, se detuvo en una isla desconocida. Desembarcaron y, cuando trataban de regresar al navío, se perdieron y cayeron en manos de ladrones. Rabí Zvi dijo al Baal Shem: "¿Por qué callas? Haz lo que haces usualmente y entonces seremos libres".

Pero el Baal Shem respondió: "¡Ya nada sé!  Todo conocimiento me ha sido arrebatado. Ahora eres tú quien debe recordar lo que de mí has aprendido y devolverme la memoria".

Rabí Zvi dijo: "¡Tampoco yo sé más nada!  Lo único que aún puedo recordar es el alfabeto".

"¿Por qué tardas?" -gritó el Baal Shem-. "¡Recítamelo!".  Entonces el Escriba dijo el alfabeto con el mismo fervor que siempre ponía en sus plegarias. Repicó una campana y un viejo capitán apareció con su tropa de soldados y los liberó sin pronunciar palabra. Los llevó a bordo de su barco y los condujo a Estambul sin que ni él ni su gente despegaran los labios. Cuando llegaron a tierra -era el séptimo día de Pascua- el barco y su tripulación se desvanecieron. Entonces el Baal Shem supo que había sido Elías el que los había salvado, pero supo también que no debía proseguir su viaje, de modo que emprendió el regreso a su hogar. 

REMEDIOS

Una vez Rabí Baruj fue a la ciudad a comprar medicinas para su hija enferma. Su sirviente las puso sobre el antepecho de la ventana de su cuarto en la posada. Rabí Baruj iba y venía, miró las pequeñas botellas y dijo: "Si es la voluntad de Dios que mi hija Reizel se recupere, entonces ella no tiene necesidad de medicinas. Pero si Dios manifestara su maravilloso poder a los ojos de todos, entonces nunca más nadie gozaría de libertad de elección. Cada uno sabría. Y Dios quiere que los hombres elijan. Así pues, Él oculta sus acciones en el devenir de la naturaleza y para eso creó las hierbas curativas".

Luego, paseando otra vez por la habitación, se preguntó: "Pero, ¿por qué damos veneno a los enfermos?" Y respondió: "Las chispas que se desprendieron de la iniquidad primigenia de los mundos y cayeron en las cáscaras y penetraron en la materia de las piedras, plantas y animales, ascienden todas para retornar a sus fuentes a través de la santidad del hombre devoto que trabaja con ellas, las usa y consume piadosamente. Pero, ¿cómo pueden ser redimidas aquellas chispas que cayeron en los venenos amargos y en las hierbas ponzoñosas? Para que éstas no permanezcan en el exilio Dios las destinó a los enfermos: a cada uno los portadores de las chispas que corresponden a la raíz de su alma. Por eso los enfermos son los médicos que curan a los venenos." 

DECIR LA TORÁ Y SER LA TORÁ

Rabí Leib, hijo de Sara, el tzadik oculto, que erraba sobre la tierra siguiendo el curso de los ríos a fin de redimir las almas de los vivos y de los muertos, dijo esto: "Yo no voy a lo del maguid para escucharle decir la Torá, sino para ver como desata sus zapatos de fieltro y los vuelve a atar". 

PARA SÍ MISMO

En un sermón que Rabí Míjal pronunció ante un gran auditorio, dijo: "Mis palabras serán escuchadas". Y agregó inmediatamente: "Yo no he dicho: `Escuchad mis palabras´, dije `Mis palabras serán escuchadas´. ¡Me dirijo también a mí! ¡También yo necesito escuchar mis palabras!". 

EN LA ÚLTIMA HORA

Cierta noche de Año Nuevo, el maguid de Zlotchov vió a un hombre que había sido lector en su ciudad y que había muerto hacía poco. "¿Qué haces aquí?, le preguntó.

"El rabí sabe" -dijo el difunto- "que en esta noche las almas se encarnan nuevamente. Yo soy una de esas almas".

"¿Y por qué fuiste enviado otra vez?", preguntó el maguid.

"Yo llevé en la tierra una vida sin tacha", respondió el difunto.

"¿Y sin embargo, te ves forzado a vivir una vez más?", insistió el rabí.

"Antes de mi muerte" -dijo el hombre- "pensé sobre todo lo que había hecho y encontré que siempre había actuado rectamente. Y en medio de ese sentimiento fallecí. Así pues, ahora debo retornar al mundo para expiar mi soberbia".

En esa misma época nació un hijo del maguid. Su nombre era Rabí Wolf y fue muy humilde. 

LA NORMA

Rabí Mordejái de Nesjizh dijo a su hijo, el rabí Kovel: "¡Hijo mío, hijo mío! Aquel que no siente los dolores de una mujer que está dando a luz dentro de en circuito de cincuenta millas, que no sufre con ella y ruega porque su sufrimiento sea mitigado, no merece ser llamado tzadik."

Itzjac, su hijo menor, que más tarde lo sucedió en su misión, tenía diez años en aquel entonces y estaba presente cuando esto fue dicho. Ya viejo refirió la historia y añadió: "Yo escuché atentamente, pero pasó mucho tiempo antes de que comprendiese por qué él habló en mi presencia". 

EL ENCUENTRO

Las ciudades de Pinsk y Karlín están cerca una de otra, una sobre la margen norte de un río, la otra sobre la orilla sur. Cuando Rabí Shlomó era un joven pobre, que enseñaba a niños pequeños en Karlín, Rabí Leví Itzjac, que había de ser rabí de Berditchev, era el rav de Pinsk. Un día dijo a su criado que fuese a Karlín y buscara a un hombre llamado Shlomó, hijo de Iuta. Debía pedirle que fuese a Pinsk. El criado indagó largo tiempo. Por fin, en las afueras de la ciudad, en una casita desvencijada, halló al melamed Shlomó y le dió el mensaje. "Iré puntualmente", dijo Rabí Shlomó.

Pocas horas después, cuando cruzó el umbral de Rabí Leví Itzjac, éste se puso de pie y dijo: "Bendito el que llega", y acomodó él mismo una silla para su huésped. Durante una hora permanecieron sentados uno frente al otro, con rostros resplandecientes y mirada intensa, en silencio. Por fin se levantaron y se rieron. "¿De qué estarán riéndose?", pensó el sirviente que desde la puerta había asistido a la escena. Y Rabí Shlomó se despidió.

Y los jasidim dijeron que, gracias a la reunión de ellos dos, el exilio, que había estado amenazando a los judíos de esa región, había sido evitado, y tal era la causa de sus alegres risas. 

EL RIESGO DE ORAR

Alguien pidió a Rabí Shlomó de Karlín que le prometiera visitarlo al día siguiente. "¿Cómo puedes", respondió el tzadik, pedirme semejante promesa? Esta tarde debo orar y recitar `Oye, oh Israel´. Mientras digo estas palabras, mi alma se aleja hasta el borde mismo de la vida. Después viene la tiniebla del sueño. Y cuando es de día, la gran Oración Matutina está corriendo por todos los mundos, finalmente, cuando caigo sobre mi rostro, mi alma se inclina sobre la orilla de la vida. Quizá tampoco esta vez muera, pero, ¿cómo puedo prometerte ahora algo que habría de hacer en un momento posterior a la oración?" 

EL ESPÍRITU DE SU HERMANA

Se cuenta que:

El maguid de Koznitz tenía una hermana que murió joven. Pero en el mundo superior le dieron permiso para permanecer en casa de su hermano.

El maguid siempre veló por que se confeccionaran ropas para los huérfanos indigentes. Cuando los comerciantes le llevaban el material necesario, él decía: "Preguntaré a mi hermana si esta tela es de buena duración y vale la pena comprarla", y ella siempre le daba información correcta.

Ella vigilaba todo cuanto hacían los servidores, y cuando uno u otro robaba una hogaza de pan o un trozo de carne, inmediatamente informaba del robo a su hermano. El detestaba ese chismerío, pero no podía disuadirla de tal hábito. Una vez perdió los estribos y le dijo: "¿No te tomarías un pequeño descanso?". A partir de ese momento, ella desapareció. 

EL NIDO DEL PÁJARO

Una vez el Baal Shem permaneció rezando en la Casa de Oración durante muy largo tiempo. Sus discípulos habían terminado de orar, pero él proseguía sin prestarles atención. Esperaron por él un lapso razonable y luego se fueron a sus ocupaciones. Después de algunas horas regresaron a la Casa de Oración y encontraron al rabí entregado aún a sus plegarias. Más tarde el Baal Shem les dijo:

"Os habéis ido y me habéis dejado solo y esa separación fue dolorosa para mí. Os contaré una parábola:

Sabéis que hay pájaros viajeros que en el otoño vuelan hacia los países cálidos. Pues bien, la gente de esas comarcas vió una vez un pájaro maravilloso de bellos colores en medio de una bandada que volaba por el cielo. Jamás los ojos de los hombres habían contemplado un pájaro tan admirable. Se posó en la copa del árbol más alto y anidó entre el follaje. Cuando el rey de esa nación oyó hablar de ello ordenó a sus hombres que formaran una escala para subir al árbol. Y uno se montó sobre los hombros del otro hasta que fue posible llegar lo bastante alto como para apoderarse del nido. Pero llevó un largo tiempo construir esta escalera viviente. Aquellos que estaban cerca del suelo perdieron la paciencia. Sacudieron los hombres para liberarse y todo se desplomó".

NUEVA ANTOLOGÍA DE TEXTOS

* PODER CHAMÁNICO Y HUMILDAD: "Una vez el Iehudí se paseaba por la calle. Durante horas habló con la gente sencilla sobre asuntos aparentemente vanos y terrenales, más en realidad estaba llevando a cabo maravillosas unificaciones en los mundos superiores. Entonces la inclinación al mal vino a él y le susurró: "¡Mira cuán grande y espléndido es el poder de tu alma!". Pero él repuso: "¿De qué pretendes que me vanaglorie? Estoy cierto de que todos hacen lo mismo que yo. Sólo que yo lo noto tan poco en ellos como ellos en mí".

* AUTENTICIDAD DE LA EXPRESIÓN JASÍDICA HASTA CAER EN LA IMAGEN GROTESCA: "Yo quisiera que me fuera posible renacer como una vaca a fin de que un judío pudiera venir por la mañana para tomar un poco de mi leche y reconfortarse antes de comenzar el servicio de Dios"

* HECHOS PRODIGIOSOS DE LOS TZADIKIM: "Se cuenta que Rabí Búnam viajaba por el interior del país con sus discípulos. Mientras se hallaban en camino cayeron en un sueño profundo. Repentinamente los discípulos se despertaron. El carruaje había llegado a un claro en la enmarañada profundidad del bosque y no se advertía huella alguna de todo lo que abarcaba la vista. Despertaron al tzadik. Éste miró a su alrededor y gritó: '¡Guardián!'. De la espesura surgió la respuesta: '¿Quién va?'. Contestó el tzadik: 'El farmacéutico de Pzhysha'. La voz, amenazadora, replicó: "¡Esta vez, pero nunca más!". Entonces se desplegó un camino y el carruaje continuó su marcha. Los discípulos reconocieron la región, pero jamás habían visto un bosque en esos lugares. Y no se atrevieron a mirar atrás".

* POR CADA SANTO CUATRO DIABLOS: "Cuando el Baal Shem formó a los primeros jasidim, la inclinación al mal se vio en grande apuro porque, como explicó a sus seguidores, 'ahora los jasidim del Baal Shem incendiarán el mundo con su santidad'. Más finalmente imaginó una salida. Se disfrazó, pretendiendo ser alguien diferente, y se presentó ante dos jasidim que vivían juntos en cierta ciudad. 'Vuestra obra es digna de alabanza', les dijo. Pero debiera de haber al menos diez con vosotros para que podáis rezar en quorum'. Y buscó a ocho de sus gentes y las unió a aquellos dos jasidim. Y como carecían de dinero para comprar un rollo y otras cosas que les faltaban, trajo a un hombre rico -otro de sus adherentes-, el cual los proveyó de todo lo necesario. Y así fue procediendo en todas partes. Cuando hubo terminado dijo a sus huéspedes: 'Ahora ya no hay nada que temer. Porque somos la mayoría, y eso es lo que cuenta".

* La siguiente NARRACIÓN DE DIFÍCIL COMPRENSIÓN prueba que no están "haciendo literatura": Cierto día Rabí Isajar llamó a su huésped y llevándolo a la ventana le señaló algo y dijo: 'Mira, Rav de Mogielnica, ¿ves tú?'.

Terminada la fiesta, el rabí de Mogielnica danzó alrededor de la mesa cantando en vos baja: 'El santo hombre, nuestro hermano, me ha mostrado una luz. Grande es la luz que me ha mostrado. Pero quién sabe, quién sabe cuántos años pasarán, cuántos años dormiremos antes de que llegue hasta hasta nosotros, antes de que llegue hasta nosotros?".

* LA EXPLICACIÓN MÁS FÁCIL: Estaba el maestro estudiando la Torá cuando entró uno de sus discípulos. Entonces el maestro le dijo "Dí un versículo de la Torá y yo te lo explicaré'. Bunam dijo el primer verso que le vino a la memoria: 'Y habló Moisés en oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo'.

'Hasta acabarlo', repitió el Iehudí, y volvió a su libro. La entrevista había terminado".

* Comprensión de que la YIHAD forma parte de la vida:

"Ocurre a veces que estalla una guerra entre dos reinos, y la guerra dura treinta años. Entonces, de los gemidos de los que cayeron en el campo de batalla y de los gritos de los vencedores nace una melodía, para que pueda ser cantada ante el tzadik".

* CLASES DE "HOMBRES JUSTOS": "Hay dos clases de servicio y dos clases de tzadikim. Unos sirven a Dios con el estudio y la oración, los otros con el comer y el beber y los placeres terrenales, a todo lo cual elevan a la santidad. Esta es la clase de la cual se murmura. Pero Dios los ha hecho como son porque no quiere que sus deseos sean para el hombre una prisión, sino que se sienta libre con ellos. Tal es la vocación de estos tzadikim: hacer libres a los hombres. Aquéllos son los señores del mundo manifiesto, éstos los del mundo oculto. Es ante éstos que se revelan los secretos y se muestra el significado de los sueños (...) Hay dos clases de tzadikim. Unos estudian y rezan todo el día y se mantienen alejados de las cuestiones mundanas con el fin de alcanzar la santidad. Otros, en cambio, no piensan en sí mismos, sino sólo en hacer volver a Dios las chispas sagradas que están ocultas en todas las cosas, y se preocupan por todo lo que es humilde. Los primeros, que están siempre atareados preparándose para el Cielo, y se han reservado a sí mismos para el Señor, son lo que el versículo llama 'los Cielos'. Pero los otros son la tierra dada a los hijos de los hombres".

* AMAR A LOS HOMBRES: "El rabí de Sasov visitaba a todos los niños enfermos de la ciudad, se sentaba junto a sus lechos y los cuidaba y asistía. Una vez dijo: 'Aquel que no está dispuesto a sorber el pus de la llaga de un niño enfermo de peste no ha ascendido ni siquiera la mitad de la montaña del amor al prójimo".

* EL MUNDO DE LA CONFUSIÓN: "Se cuenta que: Un muerto, a quien Rabí Isajar de Wolborz conociera en vida como miembro prominente de la comunidad, vino a él e imploró su ayuda diciendo que su eposa había fallecido hacía algún tiempo y que ahora necesitaba dinero para arreglar su matrimonio con otra mujer. '¿No sabes', le preguntó el tzadik, que no estás ya entre los vivos, que te hallas en el mundo de la confusión?'. Como el hombre se negara a creerle, le alzó los faldones de su gabán y le mostró que llevaba puesta la mortaja".

* LAS PALABRAS QUE NO FUERON ESCUCHADAS: "Una vez, después que el rabí de Kobryn hubo enseñado la Torá en la cena del shabat, dijo a los jasidim que estaban sentados a su mesa: 'Veo que las palabras que dije no llegaron al corazón de uno solo de vosotros. Y si me preguntais cómo lo sé, puesto que no soy profeta ni hijo de profeta, os explicaré la razón. Las palabras que vienen del corazón van al corazón con toda su verdad. Pero si no encuentran un corazón que las reciba, Dios se apiada del que las dijo: No permite que sigan errando por el espacio, sino que las hace retornar al corazón del que partieron. Esto es lo que ocurrió conmigo. Sentí algo así como una embestida, y todas se agolparon nuevamente en mi corazón'.

Poco tiempo después de la muerte de Rabí Moshé, uno de sus amigos dijo: 'Si hubiera abido alguien a quien pudiera hablar, todavía estaría vivo".

DISCURSO TEOLÓGICO ELABORADO A PARTIR DE LA EXPERIENCIA  JASÍDICA (SEGUNDA PARTE)

Cierto devoto, que de niño, recorría los pasillos de su casa exclamando: "Quiero decir sólo Tú, únicamente Tú", solía decir a sus discípulos que el hombre de Conocimiento cada mañana, al despertarse, "ve que Dios le ha devuelto el alma y le ha convertido en una nueva criatura", y comienza a dar gracias por la resurección de que ha sido -de que todos somos- objeto:

"Hoy al despertar me pareció que yo no estaba vivo. Abrí los ojos, me miré las manos y vi que podía hacer uso de ellas. Así pues, las lavé. Miré luego mis pies y vi que podía caminar y di varios pasos. Entonces dije la bendición: 'Bendito seas tú que resucitas a los muertos'. Y supe que vivía".

Este hombre creía que cada ser debía de hacer despertar a todos sus huesos para que dijeran cada mañana "Gloria a Dios".

Cada mañana antes de ir a rezar, tomaba providencias respecto de su casa y decía su último adiós a su esposa y a sus hijos, porque cada vez que se enfrentaba a la oración llegaba al límite entre la Vida y la Muerte, y nunca supo si sobreviviría a la tentación del retorno a su Señor.

Al encaminarse desde su casa a la Casa de Oración, atravesaba una zona montañosa. Se dice que el susurro de las cosas que crecen (en el campo) le hablaba del futuro. Al llegar, su cara estaba como transfigurada. Cuando le preguntaron, contestó:

"Cuando un viajero anda por los caminos de Dios, entonces, lo sepa o no, las sagradas chispas adheridas a las hierbas del campo y a los árboles del bosque se precipitan y se unen a él. Y esto lo alumbra con una gran luz".

En ocasiones, se sentaba a meditar a mitad de camino, y hay quien le oyó decir:

"A veces, cuando contemplo el mundo, me parece que cada hombre es como un árbol solitario en el desierto, y que Dios no tiene a nadie en el universo más que a él..."

Cuando caminaba, sabía que su camino era hacia Dios, porque -según decía- "El impío no tiene senda. Tiene una ciénaga, un pantano. Su camino es la ilusión de tener un camino. Todo camino es camino hacia Dios".

Llegó a la Casa de Oración, e hizo sus preces. Tras de la cual, en estado de ausencia de sí mismo, habló y dijo:

"Como hay un pájaro que canta en alabanza de Dios con tal fuerza que su cuerpo estalla, cuando el mundo fue creado, el flujo de la luz era tan ilimitado que el mundo no podía soportarlo, y las vasijas se rompían. Por consiguiente, la luz fue limitada, de modo que pudiera ser recibida y contenida. Y ése es el significado del modo natural: limitar la abundancia en la medida circunscripta de los vasos".

Le pidieron que explicase las palabras de la Biblia: "Y estas palabras que yo te mando estarán hoy sobre tu corazón". Y dijo:

"Este versículo no dice 'en tu corazón' sino 'sobre tu corazón'. Porque hay momentos en que el corazón está cerrado. Mas las palabras descansan sobre el corazón y cuando éste se abre en las horas de gracia, ellas se hunden en él profundamente".

Más tarde volvía a su casa. Cuando recitaba la plegaria de la tarde se hallaba cara a cara con el Mundo de la Emanación, y decía: 

"Es por nuestras acciones por lo que comprendemos"

Nunca soportó que nada se interpusiese entre Él y Dios. Hasta el punto que, cuando envejeció, como quiera que comenzara a sufrir de los ojos, alguien le aconsejó que usara lentes para leer. Pero él se negó: "No quiero levantar un muro entre mis ojos y el Libro Sagrado", dijo.

Sus discípulos aprendieron de él que el enlace del hombre con Dios va teniendo lugar a lo largo de su existencia terrestre por el sólo afán de vivir del hombre, sólo que -según decía-"al final, después de todo, algunos hombres se olvidan de comprar el 'anillo de bodas' que es la santidad".


[1] Traducción de Salomón Merener del texto de Martin Bubber en Paidós Orientalia.